Ensaimada, la primera palabra que os ha venido a la mente al pensar en Mallorca y su comida. A pesar del cliché, no es un mal motivo para acercaros a la gastronomía mallorquina. Pero os vamos a explicar los platos típicos y la mejor comida típica de Mallorca que probamos y dónde encontrarla. Ya podéis ir preparando hueco en vuestros estómagos, porque no os quedaréis con hambre.
Platos típicos de Mallorca: los que debéis probar
Mallorca también es mucho más que su gastronomía y sus playas, y es que hicimos una ruta fantástica de fin de semana recorriendo los pueblos más bonitos de la isla mallorquina, y son una maravilla. Nos os los podéis perder.
Pero vamos a sentarnos a la mesa: apuntar bien los platos típicos de Mallorca y dónde comerlos, porque disfrutaréis en grande recorriendo la isla en busca de sus platos.
Llonguets
Empezamos por lo que es un desayuno típico en algunos lugares, y no son unos simples bocadillos. Los llonguets son unos ricos sandwiches con rico pan grueso y tierno que pueden ser de muchos tipos. Nosotros optamos, como primer desayuno en la isla, por la sobrasada (que le teníamos muchas ganas y podría ser perfectamente una comida de la lista… pero sola no se suele comer) y el de camaiot, una especie de bull o butifarra blanca típica de Mallorca. Un par de zumitos de naranja, y listos para recorrer la isla hasta la hora de comer. Super sabrosos.
Ensaimada
El obligado de Mallorca. Viajar a la isla y no probar (ya no digo traer, claro) una ensaimada podría ser delito nacional. Es broma. Pero sí que es importante escoger bien dónde se prueban para no caer en turistadas en las zonas más concurridas. Aún así, es difícil probar una mala ensaimada en la isla mallorquina.
Además, cada vez dan más ganas de probarlas porque hay de varios sabores y os las llevaríais todas. Pero, eso sí, son contundentes, porque la masa está hecha con manteca de cerdo aparte de levadura, harina, huevos, agua y azúcar, obviamente. La de cabello de ángel (hecho de calabaza) debe ser de las más extendidas, pero os recomendamos dos que probamos, en especial una:
- Ensaimada de tallades: cubierta con auténtica sobrasada mallorquina y cortes (talls) de calabaza. Una auténtica locura de sabor y contundencia, mezcla de sabor dulce y salado muy bien compensado. Te comerías la ensaimada entera de una tacada.
- Turrón: con sabor a turrón en su interior. Realmente rica, aunque tenemos que decir que más que turrón el sabor es más de mazapán. Lo cuál no es malo, todo lo contrario. Quizá es más un tema de lenguaje. Tenemos ganas de volver para probar más tipos como la de crema o la de cabello de ángel.
Dónde comprarlas: nosotros las compramos en un Forn (horno) de un pequeño pueblo que nos recomendaron: Es Forn (en Pla de Na Tesa). Es mejor llamar para reservarlas y escoger el tamaño (las personas). Ojo que el de 2 ya es un señor tamaño.
Otras muy famosas son Can Joan de S’Aigo y Horno San Cristo, ambas en Palma de Mallorca.
Cocas de patata de Valldemossa
Si las ensaimadas están en el top 1 de comida típica de Mallorca, las cocas de patata deberían estar bien cerca en el número 2. Y si se acompañan de chocolate caliente es ya la merienda o desayuno perfecto. ¡Qué maravilla! Aparentemente no parecen tan especiales, pero nos arrepentimos de no pedir dos para cada uno… quizá porque ya llevábamos todo el finde comiendo, y parecen muy grandes, pero son super esponjosas (llevan manteca de cerdo, harina, patata, azúcar y leche entre otros ingredientes).
Tenéis que parar en Valldemossa, pueblo con mucho encanto, e ir a Ca’n Molinas (es el más típico y concurrido), hacer cola y pediros las cocas de patata. Podéis tomarlo dentro del local o en su terraza. Nosotros caímos en probar otros dulces del escaparate, porque la verdad, todo parece increíblemente delicioso. Menudo lugar.
Arròs brut
Ahora sí, pasamos a los platos para sentarnos a comer en un restaurante. Los siguientes tres platos no tienen desperdicio, y no siendo iconos tan representativos, forman parte de la gastronomía más local de la isla de Mallorca. Comimos los tres en Ca’n Ripoll, restaurante de Inca con buenos precios y un local grande como una bodega típica con barriles gigantes. Un buen lugar (que necesita reserva con antelación) para degustar platos con gran sabor y descubrir la Mallorca que no se conoce en forma de plato.
El primero, ahora sí, el arròs brut (traducido: arroz sucio). Aunque suene mal, se debe a que es un arroz caldoso que tiene un color como marrón en el caldo que lleva. Se hace con carne, verduras de la huerta y carne de caza. Nos sorprendió muchísimo y nos trajeron una olla enorme que para dos había más que de sobras. Para repetir tres veces.
Frita de pulpo
El frito de pulpo puede funcionar perfectamente como entrante o primer plato. Ideal para compartir, es un plato muy colorido y sabroso que mezcla verduras y pulpo. No es un frito en el sentido de un plato de tapa fritanga sino, como veis, una forma de nombrar un plato en el que se fríe por partes: primero las patatas, y luego con poco aceite, los ingredientes se van mezclando. Pulpo, pimientos rojos, ajo, cebolletas tiernas, hinojo. Riquísimo.
Sepia con sobrasada
No nos podemos resistir a probar la sobrasada siempre que podemos (como en las ensaimadas o los llonguets), porque como comida típica de Mallorca, no hay sitio mejor donde encontrarla que en casa. La sepia con sobrasada sí que es más un frito rebozado de cachitos de sepia con la sobrasada como una especie de salsa, sin llegar a serlo. No está tan presente como pensábamos, pero aún así el sabor se notaba un poco, teniendo en cuenta que la sobrasada es contundente de por sí. Pero un poquito más no iría nada mal.
Seguro que os han venido ganas de visitar Mallorca, por las ensaimadas y todo lo demás. Y lo bueno, que una ruta por sus pueblos se puede hacer durante todo el año. No tenéis excusa, no hace falta ir en verano a buscar playas.
¡Venga Ciao!
